Cosmogonía egipcia y rituales

Introducción

Atum Kheprer, you have come to be high on the hill, you have arisen on the Benben stone in the mansión of the Benben in Heliopolis, you spat out Shu, you expectorated Tefnut, and you put your two arms around them as the arms of a ka Symbol([ ]), so that your ka (personality) might be in them. O Atum, place your arms around the king, around this edifice, around this pyramid as the arms of a ka, so that the King’s ka may be in it, firm forever and ever. O Atum, place your protection over this king, over this pyramid of his, over this edifíce of the king, so that you may guard against anything happening evilly against him forever and ever, just as your protection was placed over Shu and Tefnut. O great Ennead which is in Heliopolis—Atum, Shu, Tefnut, Geb, Nut, Osiris, Isis, Seth, Nephthys—children of Atum, extend his heart (goodwill) to his child (the king) in your name of Nine Bows. Let his back be turned from you toward Atum, so that he may protect this king, so that he may protect this pyramid of the king, so that he may protect this edifice of his from all the gods [and] from all the dead, and so that he may guard against anything happening evilly against him forever and ever.[1]

Como se aprecia en este fragmento, así como señalé ya en otro lugar[2] los dioses primigenios heliopolitanos egipcios, a partir de los cuales se compone todo lo existente para el egipcio antiguo, eran Atum, Shu, Tefnut, Geb, Nut, Osiris, Isis, Set y Nephtys, aparte de otros dioses que podríamos denominar “menores” como por ejemplo Horus (que simbolizaba el Verbo Creador, o sea la escritura, en este caso la escritura jeroglífica egipcia).

Aparte de los mencionados, cabe nombrar a otro dios, si cabe mas importante, al menos para las dinastías faraónicas del Imperio Nuevo (y puede que también mucho antes): Ptah, dios demiurgo del que nació Atum, el que durante muchos siglos sería considerado en Egipto como dios del que nacieron Shu y Tefnut: pues bien, este dios (Atum) habría nacido a su vez de este otro dios creador (Ptah)[3]. Igualmente, Lesko señala que a todos los dioses primigenios, mayormente (pero no exclusivamente) de género masculino, corresponde su cónyuge, supuestamente de género opuesto, sin los cuales (a excepción de los casos de Atum y probablemente también Ptah) no hubiese sido posible concebir y engendrar todo lo existente para los egipcios de entonces, aunque esto no resulta así en la totalidad de la tradición cosmogónica y de la creación egipcia (ver por ejemplo en el caso de Atum[4]).

¿Se corresponde a su vez este dios, Ptah, con este otro, Ra, dios este de carácter solar (al igual que Atum)? En cualquier caso, si parece claro que Ra reinó en Egipto a través del culto que a él veneraban principalmente los soberanos de la V y VI Dinastías.[5]

Cosmogonía y Creación para los egipcios

Al igual que en la mayoría de religiones orientales y de la región mediterránea, el Universo fue creado para los egipcios de un mar oscuro e inhóspito (Nun) del cual surgió un demiurgo primigenio (¿Ra, Ptah, Atum?), una vez que éste hubo tomado conciencia de su propia existencia, dando luz y creación a los primeros dioses y, así, a todo lo existente.[6]

Al menos por lo que respecta a Atum y la tradición heliopolitana (término este que procede del nombre de la ciudad egipcia de Heliópolis, “ciudad del Sol”), de este dios (Atum) habrían nacido (a través de su eyaculación por maturbación[7]) los primeros dioses (o al menos a Shu, dios del aire, y también a Tefnut (o Tefnet, diosa del vacío, la cual parece ser que nació por expectoración de Atum), los cuales serían a su vez padres del resto de dioses (como se sabe, aire y vacío constituyen el medio natural en el que viven los seres etéreos y los dioses. Además, salta a la vista que el uno es de género masculino (Shu) mientras que Tenuf lo es del femenino).

En el Imperio Nuevo (1550 a.C.-1070 a.C.) surge la cosmogonía menfita, durante la cual el dios Ptah tomará el lugar de Atum como demiurgo y como origen de la luz (no extrañe por tanto su vinculación con el Sol), del resto de los dioses, y de todo lo existente.

Existió aun otra tradición religiosa que explicaba la creación para los antiguos egipcios, la conocida con el nombre de tradición hermopolitana, asociada a la ciudad de Hermópolis y a la “Ogdóada” u ocho dioses primigenios, de los que habrían nacido el resto de dioses y (por tanto) todo lo demás.

Los dioses de la ogdóada (…) quedaron bien establecidos durante el Imperio Nuevo con los nombres de Nun (Nwn), Nunet (Nwnt), HehuIM (Hhw), Hehetlh á (tt/wO.Kek Tá («M, KeketS Toá (Kkwf), Amón (Jmnw) y Amonet (Jmnt). Como podemos comprobar, se trata de parejas de divinidades formadas por una masculina y otra femenina que, en las representaciones suelen aparecer con cabeza de rana y serpiente, respectivamente. Estos dioses representan, en realidad, las características más notorias de las fuerzas del caos primigenio, pues Nun y Nunet simbolizan las aguas primordiales, Hehu y Hehet el espacio ilimitado, Kek y Keket la oscuridad y, Amón y Amonet la invisibilidad y lo oculto.[8]

Conclusión: el culto y el templo en el antiguo Egipto

Como en el resto de la tradición religiosa mediterránea antigua, el Universo de todo lo creado tiene que mantenerse a través de rituales y ofrendas, también para los egipcios. Para ello, no dudarán en erigir monumentos colosales como por ejemplo las pirámides u otros templos funerarios y religiosos como los templos.

Exceptuando casos como el de las mencionadas pirámides, solo hay dos ejemplos de templos egipcios que hayan llegado a nosotros con la suficiente entidad como para ver en ellos representada toda la grandeza de los templos egipcios de la antigüedad: Luxor y Karnak (Molinero Polo menciona también otro: “El Castillo de los Millones”). En ellos se advierte un concepto que parece fundamental para los antiguos egipcios y sus templos: El techo representa el Cielo, y el suelo del templo, la Tierra. Dentro de los mismos se celebraban festividades y ceremonias de difícil caracterización, pero en las que el factor religioso habría jugado un papel preponderante, como no podía ser de otra forma en la sociedad egipcia. Algunas de estas ceremonias parecen asociadas, en cualquier caso, a la Barca Divina, el curso del Sol y el viaje de los fallecidos en el Mas Allá.

BIBLIOGRAFÍA

  • Gómez Motos E-A: “Fundamentación religiosa del Egipto faraónico (1)”. Academia.edu. 2023.
  • Jiménez Peris J-A: “Cosmogonía egipcia”. Mitologías y Cosmogonías.
  • Lesko, L.H.. «Ancient Egyptian Cosmogonies and Cosmology». En: Shafer, B.E.. Religion in Ancient Egypt, Gods, Myths, and Personal Practice. Ithaca : Cornell University Press, 1991. p. 88-122. ISBN 9780801425509
  • Lull, José. «Cosmogonía. La creación del universo según los antiguos egipcios». En: Lull, José. La astronomia en el antiguo Egipto. València : Universitat de València, 2016. p. 19-51. ISBN 9788437099118
  • Molinero Polo, Miguel Ángel. «Templo y cosmos». En: Molinero Polo, Miguel Ángel; Sola Antequera, Domingo. Arte y sociedad del Egipto antiguo. Madrid : Ediciones Encuentro, 2000. p. 69-94. ISBN 8474906040
  • Orriols-Llonch M: Sex and Cosmogony. The Onanism of the Solar Demiurg. «Sex and Cosmogony. The Onanism of the Solar Demiurg». Göttinger Miszellen. Beiträge zur ägyptologischen Diskussion. Nº. 233, 2012. p 31-42. ISSN 0344385X

IMÁGENES

  • Nun (mitología). Wikipedia.

[1] See Kurt Sethe, Die altagyptischen Pyramidentexte,2 vols. (Leipzig: Hinrichs, 1908, 1910), secs. 1652-59, 2:372-77. The text is translated in R. O. Faulkner, TheAncient Egyptian Pyramid Texts (Oxford: Clarendon, 1969). This translation, like those elsewhere in this chapter, is my own. Cita original integrada en: Lesko, L.H.. «Ancient Egyptian Cosmogonies and Cosmology». En: Shafer, B.E.. Religion in Ancient Egypt, Gods, Myths, and Personal Practice. Ithaca : Cornell University Press, 1991. p. 88-122. ISBN 9780801425509 (p. 92).

[2] Gómez Motos E-A: “Fundamentación religiosa del Egipto faraónico (1)”. Academia.edu. 2023.

[3] Lesko, L.H.. «Ancient Egyptian Cosmogonies and Cosmology». En: Shafer, B.E.. Religion in Ancient Egypt, Gods, Myths, and Personal Practice. Ithaca : Cornell University Press, 1991. p. 88-122. ISBN 9780801425509

[4] Orriols-Llonch M: Sex and Cosmogony. The Onanism of the Solar Demiurg. «Sex and Cosmogony. The Onanism of the Solar Demiurg». Göttinger Miszellen. Beiträge zur ägyptologischen Diskussion. Nº. 233, 2012. p 31-42. ISSN 0344385X

[5] Lull, José. «Cosmogonía. La creación del universo según los antiguos egipcios». En: Lull, José. La astronomia en el antiguo Egipto. València : Universitat de València, 2016. p. 19-51. ISBN 9788437099118

[6] Lull, José. «Cosmogonía. La creación del universo según los antiguos egipcios». En: Lull, José. La astronomia en el antiguo Egipto. València : Universitat de València, 2016. p. 19-51. ISBN 9788437099118

[7] Orriols-Llonch M: Sex and Cosmogony. The Onanism of the Solar Demiurg. «Sex and Cosmogony. The Onanism of the Solar Demiurg». Göttinger Miszellen. Beiträge zur ägyptologischen Diskussion. Nº. 233, 2012. p 31-42. ISSN 0344385X

[8] Lull, José. «Cosmogonía. La creación del universo según los antiguos egipcios». En: Lull, José. La astronomia en el antiguo Egipto. València : Universitat de València, 2016. p. 19-51. ISBN 9788437099118. p. 33.

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